Neste artigo Cristina Castelo escreve sobre Borges com grande propriedade. Fala de sua literatura e de suas atitudes políticas na vida. Mostra, com fotos, momentos ímpares da vida de Borges. Seus encontros com os ditadores Rafael Videla e Augusto Pinochet e seus apoios aos facínoras. Mais adiante, com uma frase magistral (el tiempo hace su juego...) vai revelando um Borges que se retorce na vida e embarca novamente nas águas do tempo ao condenar as matanças e desaparecimentos de seres humanos. Vale a pena ler.
¿Un ciego con luz, o un lúcido enceguecido?
Por Cristina Castello
Su erudición tiene pocos parangones. ¿Fue tan lúcido para descubrir la sacralidad de la vida, como para escribir? ¿O la lucidez dañó esa parte del espíritu donde está escrito que nada de lo humano debería ser extraño?
Pocos artistas son tan amados y aborrecidos. Y se comprende: los versos de Borges son sagrados, pero su boca fue incontinente. Calificó a Federico García Lorca, como un «poeta menor», y de la misma forma honró a los vates de la Generación del XXVII española; no se privó de críticas a Julio Cortázar; de Cien años de soledad, de García Márquez dijo: «Lindo título, ¿no?». Fue implacable con Charles Baudelaire, se ensañó con Pierre Corneille –autor de «El Cid»– y con Isidore Ducasse (el Comte de Lautréamont). Leia mais. Beba na fonte.
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